Descripción
En una sociedad cada vez más diversa, el análisis del concepto de vulnerabilidad en el proceso penal cobra una importancia crucial. Este texto examina cómo las condiciones iniciales de las víctimas, especialmente aquellas en situaciones de vulnerabilidad, modifican su acceso a la justicia y cómo el sistema debe adaptarse para garantizar una tutela judicial efectiva. La obra plantea un análisis riguroso de los derechos fundamentales y la evolución de los conceptos de defensa y protección, buscando un equilibrio entre ambos.
Se profundiza en el concepto de prueba preconstituida como una herramienta que permite proteger a las víctimas vulnerables sin comprometer los principios de contradicción e inmediación esenciales en el derecho de defensa. A través de un enfoque crítico, se proponen soluciones basadas en nuevas tecnologías, como cámaras Gesell o realidad virtual, que minimizan la revictimización y optimizan el proceso judicial.
La autora, con una perspectiva multidisciplinar, examina la legislación vigente y los avances en jurisprudencia tanto a nivel nacional como supranacional. Se abordan temas como la victimización secundaria, la necesidad de adaptar el sistema judicial a la diversidad, y el impacto de las tecnologías en los procesos penales. Este enfoque integral busca redefinir el paradigma procesal penal para hacerlo más inclusivo y efectivo.
Finalmente, el texto ofrece conclusiones y propuestas que, respaldadas por un sólido estudio doctrinal y legislativo, apuntan a transformar el sistema judicial en un espacio donde se conjuguen justicia, equidad y respeto a los derechos de todas las partes involucradas, especialmente las más vulnerables.