Descripción
La responsabilidad penal de los progenitores ha sido históricamente tratada desde un enfoque convencional que no siempre responde a las realidades actuales. Este análisis revisa los fundamentos normativos que sostienen la posición de garante materno y paternofilial, identificando sus inconsistencias y los efectos de una estructura jurídica que no contempla la autonomía de los individuos ni las inequidades de género presentes en la parentalidad.
A partir del concepto de «autovinculación», entendido como un acto voluntario que determina los límites y alcances de la responsabilidad parental, la obra explora escenarios en los que esta autovinculación se presenta de manera imperfecta o incluso inexistente. Se analizan casos como el stealthing, los fallos anticonceptivos o la maternidad derivada de una violación, para determinar su impacto en la configuración de las obligaciones jurídicas de cuidado.
Asimismo, se examinan las tensiones entre los derechos y deberes de los progenitores, el rol del Estado y la sociedad, y la progresiva autonomía de los menores. Para ello, la autora propone una innovadora estructura de análisis que se articula en tres triángulos interrelacionados: el estatal, que involucra al Estado, los progenitores y el hijo; el interparental, que considera la relación entre los progenitores y el hijo; y el intersocial, que estudia la interacción de los progenitores con la sociedad.
Este enfoque permite replantear la responsabilidad penal materno y paternofilial bajo una óptica más justa y equitativa, adaptada a los desafíos contemporáneos. La obra representa una contribución clave al debate jurídico sobre el papel de los progenitores en la protección y formación de los menores, ofreciendo soluciones normativas que buscan equilibrar derechos, deberes y autonomía personal.